Como si fuera el Río de Las Vegas, para la partida más importante del año, la World Series of Poker, la mesa lista, fichas dentro del rectángulo de juego, todos los ojos posados en esos dos rivales… Así estaba el estadio Malvinas Argentinas de Mendoza, provincia limítrofe con Chile, donde seguramente también seguían el duelo, como en otras tantas partes del mundo. River vs. Boca, Boca vs. River, un heads up soñado…
Cacho Korn, campeón de WSOP y la Supercopa.
Sobre el paño verde corrieron las mejores cartas de cada uno, aunque el mazo, esta vez, le guiñó un ojo a los de rojo y blanco. El que llegaba con un mejor stack de fútbol era el de azul y amarillo, que antes del mano a mano había jugado mejor, ganado más flips con un showdown mucho más atractivo que su clásico rival.
En cambio, los del barrio de Núñez perdían pozo tras pozo con folds constantes. No mostraban sus cartas, pero había dos cualidades a su favor: tenían banca y sabían utilizar la estrategia mejor que nadie. Así, con una espalda ancha a partir de su bank, aguantaron los downswing para poder dar el zarpazo final, como si fueran los Isildur1 de la redonda.
Después de unas manos con varios limp, llegó el primer cooler: penal infantil de Edwin Cardona que Gonzalo Pity Martínez transformó en el 1-0. El golpe fatal fue el all in: River abrió con Ignacio Nacho Fernández , Boca vio con Cardona, pero ya en el flop no podía alcanzarlo; en el turn apostó Martínez y en la última calle apareció el as de Ignacio Nacho Scocco para dejar el heads up en los libros, 2-0, campeón de la Supercopa argentina.
Todas las fotos fueron para el campeón, el estratega, un Phil Ivey de los técnicos, Marcelo Gallardo . La frustración, notoria, quedó para su rival, Guillermo Barros Schelotto , quien dejó badbeteado el paño verde protestando, sufriendo el (al) River, argumentando que, pese a la derrota, había jugado mejor. Cualquier similitud con Phil Hellmuth es pura coincidencia. Como toda esta crónica.