BRAZILIAN SERIES OF POKER
De Beláustegui avanzó y es uno de los líderes del BSOP Millions
El argentino es el jugador con más fichas hasta el momento. Todavía faltan dos jornadas dobles de vuelos iniciales.
Johnny Chan es uno de los iconos del poker mundial. Inmortalizado en la película de Rounders, ha disfrutado de grandes éxitos en las mesas y durante mucho tiempo fue considerado uno de los mejores jugadores del planeta, siempre avalado por sus resultados tanto en torneos como en partidas de límites estratosféricos.
Proveniente de Guangzhou, China , Chan llegó a los 16 años a Estados Unidos y poco después conoció el poker, en donde más tarde se convertiría en una leyenda. Es en jugador particular en todo sentido y que se hizo reconocido por usar una naranja como amuleto. Fue un fumador empedernido, pero se dio cuenta de que se estaba haciendo un mal y decidió quitar el cigarro y ordenar sus finanzas, una reflexión que se vio recompensada en las mesas de poker.
Chan vivió sus mejores momentos a finales de la década de los ochenta cuando logró ganar de forma consecutiva el Main Event de la World Series of Poker en 1987 y 1988. Por si esto fuera poco, volvió a llegar al Heads-Up del torneo al año siguiente pero en esa ocasión tuvo que ceder el triunfo a un jovencísimo Phil Hellmuth. Aún así, Chan cuenta con diez brazaletes de la WSOP y ha sido un ganador consistente de las partidas de Mixed Games en el Bellagio durante muchos años.
“Estaba en la ruina. Un texano me dijo: ‘Te vi jugar, eres bueno. Ten US$500, si ganas lo dividimos a la mitad’, y convertí esos US$500 en US$25.000. Fue una hermosa aventura con sólo 16 años”.
Conocido en las mesas como “Oriente Express”, Chan debe ese apodo a su actuación en un torneo llamado America’s Cup que organizó Bob Stupak, el dueño de Vegas World Casino. La mesa final tenía a Johnny Chan como uno de sus integrantes y en solo dos horas él se quedó con todas las fichas eliminando a todos y cada uno de sus rivales. “Johnny, destrozaste a esos jugadores”, le dijo Stupak, “Fuiste como el Oriente Express”.
Cuando dejó de fumar, Chan encontró lo que sería su amuleto de la suerte y se convertiría en su marca personal en cualquier partida: una naranja. Chan llevaba esta fruta a todas las mesas que jugaba (incluso lo hizo durante su victoria en el Main Event de la WSOP en 1989) con un solo objetivo: combatir el mal olor causado por el cigarrillo en las salas de poker.
En el 2002 Chan consiguió, sin embargo, quizá el reconocimiento más importante para su carrera: Fue nombrado miembro del Salón de la Fama del Poker. “Creo que la historia me recordara como un jugador cuyos logros se mantendrán con el paso del tiempo”, dijo Chan en una ocasión, “He ganado diez brazaletes en tres décadas y mi nombre se ubica entre los mejores del juego.
Si quieres ver por completo la historia de esta leyenda que está en estos momentos batallando en el EPS Elite de Punta del Este, no dudes en darle click al video que está acá abajo. ¡Ojo! Está en inglés, pero se le puede colocar subtitulo.