Uno de los problemas a los que más se enfrentan los jugadores de poker es el hecho de no aceptar los resultados obtenidos en las mesas, o mejor dicho, las pérdidas. Mientras se gana todo es una maravilla.

Hay una idea que se repite una y otra vez, cuando un grinder gana es debido a que hizo las cosas bien pero cuando pierde es por culpa del dealer, las cartas, el rival y hasta la suerte. En psicología, a este fenómeno se le conoce como «locus de control» y sostiene que cuando se obtienen resultados positivos es productos de factores internos pero cuando son negativos, los causantes son factores externos.

Otro de los aspectos relevantes que lleva a no aceptar las derrotas tiene que ver con las creencias. Desde pequeños se nos enseñó que perder es malo, siempre se quiere ganar y evitar el sufrimiento del fracaso. 

Ahora, para aquellos que se han adentrado un poco más en el estudio del poker, tanto desde una perspectiva técnica como mental, se encuentra con una realidad que puede llegar a causar muchos conflictos internos. Perder es parte habitual del juego y hasta haciendo las cosas de las mejor manera se pueden obtener resultados desfavorables.

A medida de que una persona se va desarrollando dentro de esta actividad descubre que el poker es un juego perdedor. Aquellos catalogados como buenos jugadores tienen una tasa de participación relativamente baja en las mesas, es decir, suelen jugar pocas manos y por ello, la mayoría de las veces se ven tentados a tirar las cartas o abandonar la jugada.

Volviendo al punta de vista psicológico y como herramienta para afrontar dichas pérdidas, el jugador del poker debe asumir que los resultados, independientemente de si fueron positivos o negativos, son su responsabilidad. Ser responsable de los actos ayuda a afrontarlos y aceptarlos más fácilmente. 

Por último, hay que aceptar una de las mayores realidades del poker y es que ningún jugador gana siempre. Es un juego a largo plazo donde se debe buscar hacer más rentable las veces que se ganan para compensar así las muchas otras que están en contra.