A fuerza de runnear con acierto en torneos maratónicos convocados por la red del nevado, el paisa Diego Soto , identificado en las pantallas como bArbAnegrA, ya se ha ganado un reconocimiento en el ámbito latinoamericano del poker online. En poco más de 6 meses, Soto, un habitual de los paños y las bielas, ha conseguido cobros tan sonoros como un triunfo en el SuperLunes y un posterior podio en el Octubre Millonario; logros con los que irrumpió en esta plataforma en la temporada 2015.

Poco después, en la apertura de este año, Diego se hizo a su tiquete para abordar el Cruise Million, que le permitió recorrer el litoral brasileño en medio de una lucha estratégica por un pozo garantizado de 1 millón de reales. Aunque en dicha ocasión no contó con cartas a favor en la competencia, sí pudo darse el gusto de compartir ese viaje como regalo de bodas con su compañera, poco después de que se casaran en Medellín . BArbAnegrA fue además testigo en primera fila de los éxitos de sus compañeros y amigos Julián Velásquez  y Mauricio Salazar , quienes alegraron a Colombia con su buena labor en este torneo en altamar.

Luego de esos días frente al océano, el pirata se instaló en Buenos Aires , una de las ciudades de sus sueños, para fijar en ella su nueva base de operaciones. Con el claro plan de acercarse a sus socios de ArgenLive, Diego ya recibió la bendición de los dioses del poker para su presencia en la que Soda Stereo bautizó como La Ciudad de la Furia. Cuando está apenas por completar su segunda semana en el Río de la Plata, Diego ya puede contar que tuvo un premio de 170 mil pesos argentinos, que le dará la tranquilidad necesaria para que la máquina pueda volver a funcionar sin anomalías luego de instalarse en ese sur al que le apuntó contra cualquier dictamen de las brújulas.

CodigoPoker pudo hablar con el paisa después de su nueva proeza en el High Roller de Aniversario de Aconcagua Poker y como siempre encontramos un inspirado y elocuente entrevistado en él:

CodigoPoker: Saludos, Diego. Empecemos por acercarnos a toda esta transición que has venido viviendo por estos días. ¿Cómo fue ese paso por el Cruise Million y tu llegada a Argentina pocos días después?

Diego Soto: Llegué muy cargado de energía del crucero, porque fue una experiencia muy reconfortante en el sentido de que a mí siempre me ha llamado la atención la inmensidad del océano. Desde hace dos años venía soñando con inundaciones, con agua. Al tercer día de estar en el crucero le conté eso a mi esposa y ella me respondió diciéndome que uno es el reflejo de sus sueños. Encontrarte como individuo es alcanzar un equilibrio genial y, finalmente, uno está donde su mente quiere que esté, así que estar ahora acá en Argentina, es algo que atraje con mis pensamientos.

Hasta ahora no hemos conseguido un lugar de residencia fijo; estamos viviendo en un hostel. Aun así he podido sentirme muy cómodo todo el tiempo. Desde que pude ubicar mi set de trabajo en los últimos 12 días lo único que he hecho es grindear como demente, como si fuera el último día del poker. He estado jugando unas 15 horas por día, toda la programación de Aconcagua, de principio a fin. He tenido el sueño descuadrado, trasnochado, con hábitos muy distintos a los que venía teniendo en Colombia; algo increíble. Pero, finalmente, con la convicción de que la voluntad es imperante en el ser que quiere trascender.

Otra cosa que ha sido importante es la capacidad de impresión y de sorpresa. Desde que salí de Colombia he conocido a personas que me llevan años luz en cuanto al tema de la información del juego y eso definitivamente se ve reflejado en su calidad de vida y en la forma en que orientan su comportamiento cotidiano. Entonces, ésta ha sido una transición maravillosa, sin duda.

CP: ¿Desde dónde estás grindeando ahora? ¿Desde el hostel? ¿Cómo se vive esa experiencia de pokerista errante, que juega literalmente navegando por el mundo?

DS: Es algo sorprendente. Parafraseando esa sentencia famosa del poker, según la cual ‘una ficha y una silla’ son un torneo; en mi caso una conexión IP, es también un torneo por ganar. Desde que haya acceso a la red, existe la probabilidad de hacer rentable el ‘saber hacer’ el ‘know how’. En el hostel he conocido unos personajes increíbles: un par de uruguayos, un francés, un australiano, un gringo y ninguno de ellos tenía la menor idea de jugar al poker.

Solo después de que durante varios días vieran que me sentaba siempre a la misma hora a jugar y notaran que ellos se iban a dormir y yo seguía en lo mío; empezaron a hacerme preguntas y a interesarse por lo que hago. La capacidad de sorpresa por todo lo que significa el poker fue tan evidente en ellos que eso me emocionó mucho; porque de igual manera me sorprendí yo, sin dejar de tener los pies en la tierra, de que todo esto sea ahora una situación tan tangible. Que como en cualquier actividad humana, del diario hacer, todo sea cuestión de tiempo y ganas, dedicación, esfuerzo y disciplina, y seguro uno la revienta.

CP: Y esta tripulación casual que tiene ahora tu crucero itinerante, ¿estuvo presente en el rail de este High Roller de Aniversario de Aconcagua? ¿Saben que cobraste esa noche un torneo de 170 mil argentinos? ¿Saben que después de jugarlo, sos, en teoría, 11 mil dólares más rico?

DS: (Risas)… Pero, por favor… (con un fingido acento lunfardo)… Claro (retorna abruptamente el paisa), de esos manes hoy (el jueves) ninguno trabajó. Todos están acá estudiando, porque vienen a estudiar y a trabajar. Pero ninguno fue hoy. A las 4 de la mañana argentina que terminó el torneo, se vino el fernet, se vino la coca y la parranda. Nos quedamos conversando y no lo podían creer.

Ha sido una retroalimentación. Tratar de explicarles el matiz que tiene el juego, ha sido para mí muy enriquecedor también; porque el tema de que me entiendan, teniendo que hablarle en español a dos personas y en inglés a otras tres que medio podrán entender tu inglés, uno porque es francés, el otro porque habla un inglés australiano y bueno, el otro porque soy yo el que hablo un inglés de latino; es algo que me ha puesto también a prueba y ha sido genial. Anoche (el miércoles) ninguno se movió hasta que se jugó la última mano. Fueron mi barra. Parecía un partido de fútbol.

CP: Contanos un poco de cómo llegaste hasta el podio de este High Roller.

DS: Entré motivado por la idea de que era un torneo en el que no iba a encontrar mil jugadores inscritos; que era de seguro un field trabajable, con una estructura que permitía desarrollar la tarea y por ende podía tener una sensación de tranquilidad y comodidad. Avancé sólido y empecé a encontrar mi mejor juego justo en la mesa final. Tuve la posibilidad de eliminar de manera consecutiva al noveno, al octavo y al séptimo del torneo.

Cuando estábamos en el 6-handed, siendo chipleader, pierdo buenas fichas en un cooler con pareja de damas contra ases. Un par de manos después, me llega par de sietes y abro. Un shortstack se estalla y acepto la apuesta esperando un flip. El rival muestra ases y el flop no ayuda. Pedimos ese 7 como musulmanes inclinándose hacia La Meca. Tanto que no llegó uno solo. 7 al turn, 7 al river… ¡Lucky, lucky, number, papá! ¿Cómo se llama el jueguito? ¡Poker, sí, señor!

Ahí tuve la seguridad de que esa manito en que necesitaba una ayuda de la suerte para enrutarme, ya se había dado. Esa cuota de impulso que la varianza tiene que darte para ganar ya había llegado. Me sentí muy seguro en adelante, porque sabía que faltaba poco para coronar.

CP: Diego, ¿cómo te vas a mover desde Argentina? ¿A qué torneos le vas a apuntar? ¿Vas a seguir viajando a eventos internacionales o cómo está planteada la cosa?

DS: La idea ahorita es seguir con la rutina que vengo llevando. Convertirme en regular de los torneos más grandes de Aconcagua. Seguir trabajando duro. Considero que es una muy buena plataforma, con demasiada proyección. Tengo mucho que agradecer de alguna manera a este nicho que descubrí. Creo que seguiré atacando con fuerza y a medida que me vaya afianzando acá en el sur, voy a empezar a atacar satélites para otros eventos. Espero este año poder ir a la Serie Mundial (WSOP) en Las Vegas por segunda vez, ya que el año pasado estuve, pero solo participé en satélites y no pude jugar el Evento Principal.

Este año hay una posibilidad muy latente de poder hacerlo, ya que tengo un tiquete para una promoción que lanzó Aconcagua llamada el Road to Vegas en la que habrá 2 satélites, cada uno de los cuales entrega 5 paquetes con entrada al Evento Principal y gastos. Como te dije desde el principio, uno está donde la mente quiere que esté y desde que volví de Las Vegas el año pasado el poker para mí es otra cosa. Entonces, mi espíritu está dispuesto a hacer lo que sea necesario y trabajar duro para lograr ese objetivo, que es estar de nuevo en el verano en la fucking Sin-City (Ciudad del Pecado).