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El mago no encontró la magia y perdió un pozo de US$323K
Antonio Esfandiari volvió a las mesas televisadas y a pesar de que sus poderes fallaron una vez, al final de la noche fue el máximo ganador.
Los Mystery Bounty siguen ganando terreno en la industria y es por ello que varios especialistas siguen analizando las implicaciones a nivel mental y de estrategia que tiene esta creciente oferta de torneos.
Aunque a simple vista podrían parecer torneos muy parecidos a otros donde existe una recompensa sobre cada jugador eliminado, este nuevo formato de sobres con premios sorpresas, requieren una nueva forma de verlos para poder sacar la mayor rentabilidad posible o por lo menos, no morir en el intento.
El autor y jugador profesional Dara O’Kearney ha sido uno de los que más se ha dedicado a hablar acerca de los Mystery Bounty y ahora ha publicado una reciente entrada en la que trata de descifrar cuál debe ser el mental game más adecuado para esta modalidad.
Una de las primeras aseguraciones que hace es que cuando ya ha caído la mayor recompensa, todo el mundo empieza a jugar terriblemente y eso es lo primero que se debe evitar. Afirma que «hay un leak del mental game muy específico de este formato y es la sobreexcitación hacia la gran recompensa y la inevitable sensación de desencanto cuando este ya ha sido entregado a otro jugador.
«A menudo he oído a jugadores decir que ya no merece la pena jugar un torneo. Se puede ver cómo la gente se rinde en las mesas. En la mayoría de los casos, esto se debe a que «gamblean» demasiado. Es casi como si quisieran huir de la escena de su decepción»
Por otro lado, como respuesta a esta situación asegura que las decisiones tienden a ser un poco más fáciles, ya que la estrategia por defecto se centra más en los pagos y en un plan de juego ICM tradicional. También menciona que hay que aprovechar que todos están en tilt por no haberse llevado el gran bounty y es el momento perfecto para acumular fichas.