Un nuevo capítulo se ha escrito este miércoles en la novela que tiene a Tom Goldstein  como protagonista. El abogado acusado de haber evadido impuestos por sus US$50 millones en ganancias de poker, tuvo esta semana una presentación ante la jueza Lydia Kay Griggsby, quien está llevando su caso. Si bien este es solo un peldaño más en su larguísima escalera hacia la inocencia o la culpabilidad, surgieron algunos nuevos detalles que suman para entender el panorama completo.

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En su presentación de este miércoles, Goldstein solicitó a la jueza anular la decisión de un magistrado que le impide sustituir su casa de US$3.2 millones por una garantía alternativa. La corte había ordenado previamente que Goldstein debería desprenderse de la casa si no se presentaba ante el tribunal, cosa que sí hizo.

Tom Goldstein

El argumento de Goldstein fue que esto violaba sus derechos de la Sexta Enmienda de la Constitución Nacional Estadounidense, ya que él quería usar su casa para pagar a sus defensores legales. Según lo que él afirmó, posee US$677.000 en esa propiedad, que desea usar para pagar a sus abogados.

Tom también expresó que «tiene un patrimonio negativo de más de US$3.3 millones», lo cual usó para argumentar que «las grandes deudas que tiene con sus abogados exceden sustancialmente los montos que hay en sus cuentas corrientes». Además, expresó que «el Informe de Servicios Previos al Juicio dejan en claro que el Sr. Goldstein no posee otros activos para financiar su defensa en un caso enorme y complejo».

Mientras tanto, sus abogados aseguran que «el gobierno presentó estos cargos apresuradamente para dictar sentencia sin comprender los hechos importantes» y expresaron que «nuestro cliente tiene la intención de impugnar vigorosamente estos y esperamos que sea exonerado en el juicio».