Contar con una buena educación financiera es el pilar fundamental para asegurar el bienestar económico al pasar del tiempo, aunque lamentablemente es algo que no se enseña en las escuelas y rara vez en las casas.

Los jugadores de poker pueden tener nociones básicas gracias a algunos de los conocimientos que han adquirido en las mesas. La administración de banca o invertir las ganancias en otros torneos son algunos ejemplos de ello, sin embargo es importante saber manejar el dinero obtenido de una forma más óptima.

La frase que reza «no trabajar para ganar dinero sino que el dinero trabaje para uno» tal vez encierre la idea más importante de una prosperidad económica pero antes de poder invertir y generar riqueza, es necesario tener un control sobre las finanzas personas.

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Cómo primer paso hay que hacer un presupuesto, saber cuánto se ingresa y sale cada mes es fundamental. Muchos afirman que tienen muchas obligaciones que pagar lo que los deja sin dinero para ahorrar y es justo aquí donde viene la segunda enseñanza de la educación financiera: «Págate primero a ti mismo».

Siempre se recomienda separar, mínimo, el 10% de toda ganancia en un apartado diferente y luego administrar el dinero restante en pagar deudas. Reducir la salida de efectivo también es importante, existen muchos de los llamados «gastos hormigas» que al eliminarlos, pueden dejar algunos centavos a fin de mes. Esa vieja suscripción que ya no se usa o el café todas las mañana en la tienda de la esquina, son los ejemplos más claro de los mencionados gastos innecesarios.

Por último, cuando todo lo anterior está controlado, el jugador debe buscar instrumentos de inversión que se adapten a su estilo de vida y perfil de riesgo. Una de las grandes desventajas que tienen los grinders es que el poker es un actividad que solo deja ganancias mientras se está en las mesas. El día que no se va al casino, no se produce.

Muchos esperan pegar el bombazo del siglo para vivir la anhelada libertad económica y lo cierto que conseguirla puede incluso ser mucho más fácil que eso si se tiene una buena educación financiera. Una rápida búsqueda en Internet o en la librería local, seguramente arrojará algunos resultados para poder dar los primeros pasos.